El oficio del profesor de danza

Hoy toca un poquito de humor. Ser bailarín y además ser profesor de danza, cualquier tipo de danza, requiere muchísimo tiempo, esfuerzo y sobre todo muchísima paciencia. Para ser lo que somos ahora nosotros, profesores de danza, hemos dedicado muchos años de nuestras vidas para la formación y el trabajo y lo que nos queda ya que la formación de un bailarín nunca se acaba, siempre hay terreno para aprender. Para que voy a mentir? Es un trabajo duro pero mirando desde otro punto de vista es así:

• El profesor de baile no tiene derecho a cometer un error. Si en la clase se le olvidó tal o cual secuencia esto no tiene perdón.



• Los alumnos en sus clases tienen que aprender bailar rápido.  Que va, rápido? A la primera y 100% eficaz!

• El profesor de baile tiene que estar dispuesto a trabajar 24 horas al día, 7 días por semana, 365 días al año, los sábados, los domingos y los festivos sin derecho a descansar porque bastante tiempo libre tiene ya.

 

• Está obligado dar clases particulares a domicilio del alumno a precio bajo y da igual si el alumno vive en el mismo bloque que el profesor o en Chinchilla del Monte.

• Tiene que cobrar poco ya que come del aire y hace el trabajo fácil que cualquiera lo puede hacer sin estudiar previamente. Igualmente, sus actuación tiene que ser baratas porque cobrar X cantidad de euro por un espectáculo es una barbaridad.

• Tiene que saber otros tipos de baile. Si es un profesor de danza clásica tiene que saber dar clases de break dance o si es la profesora de danza oriental está obligada saber bailar aerosalsa. Total, si todo es muy parecido.

• Está obligado a bailar gratis en las bodas, cumpleaños, comuniones y otros tipos de eventos de los alumnos o sus  hijos, sobrinos, tíos, abuelos, vecinos, cuñados o primos lejanos de Cuenca.

• Lo último y lo más importante. Al organizar la clase o al montar una coreografía tiene que hacer caso a sus alumnos porque los alumnos saben más que el profesor.