Tu cuerpo es un templo. Cuídalo, allí vive tu alma.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Tres consejos más importantes para el trabajo en el escenario. Parte III.

  Hoy toca compartir con vosotros, mis queridos lectores, otra tanda de consejos para el bailar en el escenario de la mismísima Maya Sabitova. La tercera y la ultima parte. ¡Que os sea útil!

  ¨En dos partes anteriores vimos dos primeros ¨escalones¨ del trabajo de la bailarina en el escenario. Hay que bailar
      1)      simple, ligero y alegre.
      2)      Brillante, imaginativo, expresivo, contagioso.
Hoy pasamos al tercer ¨escalón¨ del trabajo con un baile. Este se basa en tres siguientes características: vistoso, vivo, sentimental.
Vistoso significa ¨Yo veo, dirijo mi mirada al espectador¨. A vecesuna bailarina sale a bailar  y empieza a ¨dialogar¨ con los focos en el techo o con el telón. ¡Esto no debe ocurrir! Trabajamos para el público, miramos al público, creamos la conexión con el público. Intentamos crear esta conexión sobre todo con la última fila. Si consigues llegar hasta allí todas las filas de la sala serán tuyas. El espectador más ¨difícil¨ está situado precisamente en la última fila por eso mandar tu mensaje, tu energía hasta allí es más complicado.
  Vivo. Quiere decir que la bailarina junto con el público tiene que vivir la imagen que había creado y había sacado al escenario. Esto se consigue a través de la expresión facial y los impulsos corporales.
  El impulso es la  fuerza que se aplica a una cosa para que se mueva. Para estar ¨vivo¨ en el escenario hay que moverse dándolo todo. El torso, las caderas, la barriga, las piernas y los pies, las manos, los hombros – todo debe estar incluido en el movimiento. No se puede salir a bailar en plan ¨ ¡Hala! ¡A la aventura!¨  La técnica es una forma a donde depositamos el contenido.
  Dejamos todo el cansancio y los problemas fuera. Hemos subido al escenario entonces trabajamos. Concentremos en la imagen, no hacemos movimientos esporádicos en plan sigo el ritmo y ya está, paseamos por el escenario y nos vale. Hay que practicar, ir mejorando, no solo hacer las repeticiones una y otra vez. Solo repetir es una tarea bastante inútil. Y para ser una profesional el trabajo tiene que ser diario: los entrenamientos diarios, el autocontrol diario. Cada vez que vengamos a ensayar hay que darlo todo. Tú puedes tener un maravilloso mundo interior pero sin el correcto trabajo corporal no podrás trasmitirlo completamente.
  A veces ocurre que ¨no va¨. Esto puede pasar en los ensayos y durante una actuación… Si eres una amateur y aprendes el baile para ti misma, seguramente encogerás los hombros y dirás: ¨Hoy tengo un mal día¨. Pero si quieres ser bailarina profesional o ya lo eres debes aprender librarte de la tensión – y hay que hacerlo antes de entrar al recinto donde tienes prevista tu actuación. ¿No lo consigues? Entonces hazlo en el camerino pero al escenario debes salir libre de ellas para trasmitir tus  imágenes a los espectadores a los cuales respetas y quieres mucho (incluso cuando no lo apetece, al salir a actuar hay que quererlos). ¿Cómo se hace? No existe ninguna norma. La fuerza de la voluntad y la practica constante . Nosotros, los humanos, queremos conseguir todo a la primera, con un solo movimiento de una varita mágica. Pero si no te obligas a trabajar a ti misma no conseguirás nada.
  Volviendo al tercer escalón. Sentimental. ¿Qué es lo que estás viviendo mientras estás bailando? ¿La sensación de frió? ¿De calor? ¿La alegría? ¿El odio? ¿La preocupación? Todo esto tienes que vivir, sentir y pasarlo a todas las partes de tu cuerpo: a los dedos, los talones, el diafragma, los movimientos de la cabeza, a cada gesto… Para que todo sea ¨de verdad¨… Cada baile tiene su tono, su color – a veces es la ternura, a veces la alegría, la tristeza o la tentación – y hay que sentirlo y trasmitirlo.
                                                                                                             Un saludo, Maya Sabitova¨