Tu cuerpo es un templo. Cuídalo, allí vive tu alma.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Tres consejos más importantes para el trabajo con un baile. Parte I.

Todos los bailarines se acuerdan de su primera clase, su primer traje, su primera actuación, su primer maestro... Yo no soy la excepción. Tambien me acuerdo de todo y más de mi primera profe, Maya Sabitova, la bailarina, la profesora, la directora de la escuela de danza oriental Chyornaya Zhemchuzhina (rus. Perla Negra) de la ciudad de Tula, Rusia, y pos si fuera poco el miembro de jurado oficial de The Ligue of Bellydance Masters (La Liga de los Maestros de danza oriental de Rusia). Hasta hoy día sigo sus consejos para seguir avanzandome y cada día ser mejor bailarina que el día anterior. Estos consejos quiero compartir contigo, mi querido lector.


Muy a menudo mis alumnas me dicen: en la clase sale todo pero cuando te encuentras detrás del telón la mente se queda en blanco, los músculos no hacen caso y empiezas a temblar… Pues, la experiencia en el escenario nunca la podrán sustituir, aunque sean miles, las horas de ensayo en la sala. La experiencia en el escenario solo se puede ganar actuando en el escenario. ¡No hay otra! Tú puedes mil veces ¨entender¨ como tienes que portarte delante del público, mil veces ensayar tus emociones y tus sentimientos delante del espejo pero solo después de haber actuado por más de una vez, más de diez veces en el verdadero escenario delante del verdadero publico sabrás que las emociones, los nervios se los puede controlar.
Otra cosa es cuando antes de actuar  no estás nada nerviosa… Esto también ocurre. Que puede ser mejor, pensarás tú, controlarte a ti misma y entonces puedes perfectamente hacer tu tarea en el escenario… Tampoco es así. Tener tus emociones bajo control te ayuda hacer tu actuación más brillante, más fuerte, más completa, más verdadera, de tal manera que el publico te vaya a creer.
¡El publico! Especialmente el publico es el protagonista, es el por quien y para quien tú sales al escenario a actuar. En el momento cuando existe un dialogo entre la bailarina y el espectador podemos hablar del verdadero arte dramático y de ti como actriz. No es necesario salir para auto admirarte o enseñar al público lo guapa que eres. Eso sí, estás obligada estar guapa, brillante, la única y la irrepetible pero esto no tiene que convertirse en el objetivo. El objetivo es contarle al espectador el baile con tu exprecion facial y corporal, enseñarle tus sentimientos a través de la música, hacer todo lo posible para que él se sienta la parte del espectáculo a partir del primer momento hasta el último.

Existen muchísimas emociones, y la alegría es una de ellas aunque no es muy compleja. La alegría y especialmente las emociones positivas es lo que enseño a mis alumnas primero. Existen tres palabras claves: simple, ligero y alegre. Son tres palabras mágicas en el sentido de cuales deberías pensar al empezar a trabajar. Al salir al escenario no te compliques la vida. Deja que tu imagen, tu baile sean simples. Simples no significa pobres sino que sean claros y cercanos al espectador. Seguramente has notado que las actuaciones de cuales más te acuerdas rara vez son muy complejas.
Al salir a actuar la bailarina tiene que ser ligera. Se refiere a su técnica y su manera de trasmitir. No intentas a sobrecargar al espectador con tu inseguridad, tus miedos y tus nervios. Él viéndote a ti tambien tiene que sentirse ligero.

Y por supuesto el espectador tiene que divertirse, tiene que sentir la alegría, la felicidad... Y para conseguirlo tú debes sentirte lo mismo. Si antes de actuar tú no eres capaz de estar feliz de verdad (a pesar de los nervios, las mandíbulas apretadas y la mente en blanco) no podrás disfrutar de tu trabajo en el escenario y entonces el público no te va a creer.¨